27 septiembre 2006

El viento que agita la cebada

Una vez que descubrí que Iñaki no era sólo un nombre de niños, un diminutivo de Ignacio, comencé a usarlo para todo, incluso para ponerlo en los exámenes del colegio, en vez del Ignacio oficial que usaba hasta los diez años.
Un día en el colegio un cura, que además era de Euskadi, durante un examen en lo que era séptimo de EGB, se acercó a mí, vio el encabezamiento de mi control y me dijo: Escribe bien tu nombre. Yo taché mi nombre y con la mejor letra que pude escribí: Iñaki.
Vovió a repetirme: Escribe bien tu nombre. Y yo volví a hacer lo mismo y el cura me dijo que así no estaba bien escrito, así que yo taché el nombre y esta vez también los apellidos y los escribí de nuevo, con idéntico resultado por parte del cura. Ante mi negativa a escribir Ignacio, finalmente el cura cogió mi examen, lo arrugó con rabia y lo tiró a la papelera.
Este detalle, que no me traumatizó más de lo que me formó, hizo que me sintiera más "apegado" a mi nombre y unos cuantos años después y gracias a una ley nueva, me cambié mi nombre oficial de "Ignacio" por la traducción a un idioma cooficial: Iñaki.
Sólo en la seguridad social, y por cuestiones económicas más que otra cosa, sigo siendo Ignacio, en todos los demás documentos oficiales soy Iñaki.
De esto me he acordado recientemente tras ver la última película de Ken Loach, que como todas sus películas me ha parecido excelente, El viento que agita la cebada, cuyo título viene de un verso de una canción tradicional irlandesa. Desde luego recomiendo la película, un excelente ejemplo de cómo se puede llegar a una guerra civil por pequeños detalles. Cuando este verano recibió la palma de oro en Cannes, el premio más prestigioso del cine internacional, un periódico inglés tituló la noticia como ¿Porqué Ken Loach odia tanto a su país? y recibió numerosas críticas por el contenido de la película.
Como en el caso actual de Pepe Rubianes que se puede leer en cualquier periódico, o la suspensión de una ópera en Berlín por mentar a Mahoma, el mundo occidental cada vez se autocensura más y es de agradecer que haya personas como Loach que, independientemente de que compartas sus opiniones o no, no se amedretan a la hora de expresar su opinión. La libertad de opinión es algo muy importante que no debemos perder. Y la tolerancia hacia las opiniones diferentes, algo que dedemos impulsar.
Lo dicho, si podéis no os perdáis la película.

La Garza Agami

Durante nuestra estancia en Costa Rica, trabajando para la Reserva Pacuare, Mónica y yo hicimos, además de coordinar el proyecto de conservación de tortugas marinas, un seguimiento exhaustivo de una extraña garza llamada garza agami.
Es una garza muy bonita y muy difícil de ver porque suele estar en zonas escondidas de la selva, pero la reserva tiene la suerte de contar con la segunda colonia conocida más grande del mundo. Esto nos dio la oportunidad de hacer un estudio (pendiente de publicación) y numerosas fotos, de las que os enseño ésta.

25 septiembre 2006

Bajan los impuestos: ¿buena noticia?

No sé a qué viene esto pero ahí va.
Durante la campaña de las elecciones para presiedente en EEUU, que finalmente ganó el inefable Bush, Ben Affleck, en apoyo al candidato Kerry, dijo que con la anterior bajada de impuestos de Bush, él se había ahorrado un millón y medio de dólares (una cantidad inimaginable para nosotros) y espetó al público la siguiente pregunta: ¿Es eso justo?
Obviamente no es justo, y no sólo porque ha ganado ese dinero haciendo muy mal su trabajo...
Pero la verdad es que ese detalle dice mucho de Ben.
Siempre que los gobiernos anuncian una bajada de impuestos se toma como una buena noticia, pero lo que suelen bajar son los impuesto indirectos (IRPF), los más justos, por los que el que más tiene más paga, pero nunca bajan los directos (IVA, tabaco, gasolina, alcohol...), lo más injustos, ya que el que menos tiene paga lo mismo que el que más tiene.
Además cuando bajan los impuestos, eso se traduce en una bajada de la inversión en los servicios que a mi más me importan, sanidad, educación y medio ambiente.
Cuando nos anuncien la próxima bajada de impuestos, deberíamos sopesar si realmente es una buena noticia.
Otra cuestión económica que se acepta axiomáticamente es el hecho de que para que las cosas vayan bien, la economía (la macroeconomía, no la nuestra de casa) ha de ir bien.
Este concepto, que nos lleva a un desarrollo basado en el crecimiento continuo, nos ha llevado a pensar casi automáticamente que desarrollo es igual a crecimiento que es igual a progreso y la verdad, una especia (la humana) que ha pasado de trabajar 14 horas semanales como cazador recolector* a trabajar 40 (más las no oficiales) en empleos casi siempre alienantes, no me parece a mí que haya progresado. ¿Crecer y desarrollarse? Sí, pero progresar no.

*Si quieres saber más sobre progreso, desarrollo, crecimiento y cómo vivimos hoy en día y cómo se vivía hace miles de años, te recomiendo cualquier libro de Marvin Harris, especialmente: Muerte, Sexo y Fecundidad; La cultura norteamericana contemporánea y Vacas, cerdos, guerras y brujas. Para una compilación del pensamiento antropológico moderno su "Antropología cultural" sigue siendo muy válido.

24 septiembre 2006

El Albergue Español

Antecedentes:
Para bien o para mal, que de ambas hay, soy de Madrid desde que nací.
Desde pequeño he pasado todos los veranos (de los de antes, de tres meses) en Euskadi y cuando comencé a viajar, lo hice por toda España (independientemente de si todo el mundo considera "España" los lugares que yo he visitado), que creo que conozco razonablemente bien.
Además he vivido en Cantalojas, un pequeño pueblo de Guadalajara, un año; tres meses en el Pantanal boliviano, tres años en una Reserva Natural perdida del Caribe costarricense, tres meses en las islas Galápagos de Ecuador, y estoy a punto de comenzar una nueva etapa en Baja California, México.
Por otro lado he viajado bastante por América (del Norte, del Sur y del Centro) y Europa y conozco algo de Marruecos.
Mi idioma materno, y paterno, es el español (y pongo español y no castellano y el por qué, es de lo que va esta entrada) y hablo un poco de inglés (bueno lo suficiente para poder trabajar con estadounidenses, pero no como para ver una película sin subtítulos).
Resultado:
El hecho de haber vivido en distintos países y realidades (hay más diferencias entre Madrid y Cantalojas, que entre Madrid y San José) y haber viajado, digamos que bastante, me ha abierto la mente, que no quiere decir que sea abierto si no que, soy más abierto de mente por eso.
Todo esto ha hecho que aprenda que lo importante de un idioma es su capacidad como vehículo de comunicación, independientemente de lo bien o lo mal que lo hables. Cuando en el colegio te quitan puntos por no conjugar perfectamente en inglés, francés o el idioma que sea, es ridículo, teniendo en cuenta que probablemente aunque lo conjugues perfectamente eres absolutamente incapaz de hablarlo correctamente; pero la primera vez que usas ese idioma, que no es el tuyo, te das cuenta que lo hablas fatal, pero que a pesar de eso te entiendes con la gente.
Es lo mismo que lo siguiente: Tu pedues leer etso a pesar de etsar copmtelematne mal etsrico. Te costará más o menos, pero al final lo entiendes.
Y esto es lo importante del lenguaje, lo hablarás mal o bien, pero te sirve para entenderte, para comunicarte con otras personas, estrechando lazos, intercambiando experiencias, desarrollándote personalmente... el lenguaje debe tender puentes y nunca levantar barreras.
Y a lo que viene:
Ayer vi una felícula francesa llamada "L'Auberge Espagnole" sobre un grupo de universitarios europeos que pasan un año en Barcelona de "Erasmus". En un mismo piso conviven seis o siete nacionalidades y por encima de nacionalismos estúpidos, todos se entienden en un sólo idioma, el inglés. En un momento dado, un grupo de estos estudiantes europeos se queja en la universidad porque las clases son en catalán.
Una vez que nos dejamos de tonterias, vemos el inglés como un idioma con el que comunicarse con personas de todo el mundo, no como el "idioma del imperio opresor" y, aunque preferiría que fuera el español porque lo hablo mucho mejor, es una suerte hablar inglés y poder ir a casi cualquier sitio del mundo y entenderte con la gente a modo de idioma común universal. Además el inglés es el idioma científico del mundo, lo que facilita, estimula y hace avanzar la ciencia mucho más que si no hubiera en este terreno un idioma dominante. En este sentido es curioso comprobar en casi cualquier base de datos de bibliografía científica de Cataluña, cómo puedes buscar artículos en catalán y en inglés, pero cuando lo intentas hacer en español, casualmente nunca funciona.
Si te vas de Erasmus a Finlandia, Dinamarca, Holanda, Suecia... con idiomas minoritarios hablados exclusivamente por los locales, las clases son en inglés y no en finés, danés, holandés o sueco. ¿Están los finlandeses, daneses, holandeses, o suecos traicionando su lengua y su cultura? ¿La están perdiendo?No, están tratando de comunicarse.
Cuando un europeo viene de Erasmus a España (lo que todo el mundo, salvo España, considera España), además de venir a completar sus estudios y tener una experiencia inolvidable, viene a aprender una de las lenguas más ampliamente distribuidas en el mundo, y la segunda en importancia después del inglés, ¡el español!
Lo que hoy día pasa en Cataluña con el catalán (y aquí levantaré suspicacias, pero me da igual, ya sabes, es lo que pone en mi perfil) me parece de un provincianismo patético, de una cortedad de miras digna más de Cantalojas (a la sazón un pueblo de apenas 100 habitantes, la mayoría de más de 70 años) que de la Barcelona cosmopolita que pretende ser, de un complejo de inferioridad de psicoanalista argentino y, lo más grave, de una triste ausencia de querer comunicarse con los demás, entendiendo "los demás" aquéllos que no hablan catalán.
Muchos habrán que no coincidan conmigo, afortunadamente, y muchos dirán que es parte de la idiosincrasia española, pero en esa misma película, decía el personaje de una belga valona que cuando en su país va a la parte flamenca se ha de pasar por francesa para que la hablen en francés ya que de lo contrario sólo la hablan en flamenco. Así como me contaron que un dicho sueco dice que, en Suecia, "la envidia es el deporte nacional"
No tenemos tanta idiosincrasia, ni somos tan especiales como nos creemos, ni "Spain is different", sino más bien "en todas partes cuecen habas".
La cultura catalana y el idioma catalán, así como la vasca, la gallega, la castellana, la inuit, la malaya o la bosquimana, son patrimonio de la humanidad y debemos hacer lo posible para conservarla, pero sin levantar barreras que nos dividan, sino puentes que nos unan.
Espero comentarios que me permitan seguir abriendo mi mente y entender mejor por qué se usan los idiomas para crear barreras y no para lo que son:
COMUNICARSE.

19 septiembre 2006

De linces, carreteras, cánones y demás

Hace unos días comenzaron a arrancar todas las encinas que molestan para desdoblar la carretera de Madrid M501, a pesar de haber dicho desde el gobierno madrileño que no se talaría ningún árbol.
Resumiendo la polémica de esta carretera diremos que el anterior Presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón desistió de construir la carretera ante el informe del CSIC (no publicado, ni colgado pero muy citado), pero la actual poseedora de ese cargo, Esperanza Aguirre, (que paradójicamente lleva el mismo nombre que una de las primeras hembras de lince que se incorporó al programa de cría en cuatividad de lince ibérico) ha ninguneado ese informe, entre otros, y ha comenzado su construcción, tras la controversia de sí hay lince, no hay lince y finalmente sí era lince.
Para zanjar la cuestión han comenzado las obras arrancando los árboles que no se iban a arrancar y Esperanza ha dicho que "el lince ibérico puede darse por extinguido en la zona suroeste de la Comunidad de Madrid", que a mi me suena a algo así como "puedes darte por muerto", que no implica que estás muerto... ¡pero lo vas a estar en breve!, pues eso, el lince no está extinguido... ¡pero lo va a estar en breve!
La justificación de seguridad vial se desmonta si vemos las estadísticas de la DGT, donde se ve que hay carreteras desdobladas (la de Colmenar Viejo) con un mayor índice de siniestrabilidad que la que nos ocupa. Obviamente el transfondo de este desdoblamiento es la especualación urbanística y van...
De todos modos hay una cosa que no me ha gustado sobre cómo se ha llevado en este tema.
Según la Directiva de Hábitats no es necesario que haya una especie en peligro de extinción para estar obligados a conservar su hábitat, por si en un futuro se podieera reintroducir en el susodicho hábitat. Pero claro, Esperanza dice que no tiene porqué cumplir con las leyes europeas, y con esas ya... hay poco que hacer.
Si es obligatorio la simple conservación de los hábitats, la polémica sobre la presencia/ausencia de lince carece de sentido y quizá se debía haber incidido más en el cumplimiento de la normativa europea.
Otra cosa, completamente distinta, pero que me molesta, es el tema del canon que nos han impuesto por usar Cds, DVDs y demás formatos, para guardar tus documentos y tus fotos, que supuestamente irá para las sociedades de autores. Pero, y aquí me surge una duda, como autor de mis fotos y de mis documentos, ¿a quién he de pedir mis derechos de autor correspondientes?
Como no me queda claro, he firmado aquí en contra de ese canon.

17 septiembre 2006

¡Vivan los anfibios cabrones!

Hace unos días me contaron por correo-e, una historia de alguien que volviendo de España tras tres semanas de turismo a su Francia natal, lo único que había sacado de esas vacaciones eran cosas negativas de España que a su vez ensalzaban las cosas, positivas y negativas, de Francia.
Ante tal despropósito, y con una vena más patriotera que patriota, refuté las acusaciones con datos contrastados y firmé la réplica con un muy mejicano (aprovechando que me voy para ese país en breve) ¡Viva España Cabrones!
Siempre he deseado que los españoles fuéramos tan chovinistas como los franceses, que tuviéramos tan claro que nuestras cosas son las mejores, pero sabiendo valorar las de los demás, y con ese convencimiento, un tanto chovinista pero tratando de no llegar a la arrogancia, me manejo por el mundo.
La idea primegenia para esta entrada era hacer una réplica más trabajada y documentada que la que hice rápidamente por correo-e, pero antes de ponerme a escribir, me puse a leer, y encontré unas entradas cualesquiera en unas bitácoras cualesquiera (gracias Carlos y Perico) que me recordaban las cosas que realmente me importan y que poco tienen que ver con pueriles disputas más o menos nacionalistas, y más cuando yo siempre me he considerado Terrícola.
Durante los tres años que trabajé en Costa Rica tuve ocasión de aprender mucho sobre los anfibios y el problema de su declive generalizado (podéis consultar aquí, aquí o aquí y para un acercamiento más divulgativo y menos científico podéis visitar la página que la wikipedia dedica al asunto) y estuve en contacto con investigadores dedicados al declive de los anfibios, habiendo incluso colaborado con ellos.
Hay descritas casi 6000 especies de anfibios, aunque para la gente haya tres, a saber, rana, sapo y salamandra (para los más avispados que saben que la salamandra no es una lagartija viscosa y asquerosa).
Según la UICN hay un 12% de las aves clasificadas como amenazadas, un 20% de mamíferos, un 4% de los reptiles y otro tanto de los peces y un 31% de anfibios, sin embargo la gente sólo sabe de los problemas del oso panda, la ballena azul, el águila imperial y cosas similares (podéis consultar las escalofriantes estadísticas para este año recientemente publicadas por la UICN, aquí).
No está muy claro cuales son las causas últimas de las extinciones masivas de los anfibios, (algunas de las cuales se dan en espacios muy bien conservados como el famoso caso del sapo dorado de Monteverde en Costa Rica, lo que alarma aún más) aunque cada día se sabe más de la principal causa primera, el hongo quitridio, y todo apunta a que podríamos estar ante la primera señal de alarma de lo que se nos viene encima.
Mucha gente me pregunta porqué siguen siendo los anfibios, los animales que más me gustan. Obviamente en esa respuesta hay tanta subjetividad como en cualquier otra basada en los gustos. ¿Que por qué me gustan? No sé, pero te invito a que veas unas fotos que yo mismo saqué en mis años en Costa Rica y si siguen sin gustarte...es que no tienes remedio, pero el planeta que compartimos con ellos, todavía lo tiene.
Así que, y enlazando con la idea original de esta entrada:

¡VIVAN LOS ANFIBIOS CABRONES!

12 septiembre 2006

No me gusta...otra vez

Hay varias noticias que este verano nos han estado bombardeando desde todos los ángulos, pero quizá la de mayor alcance mediático ha sido la de los incendios gallegos.
Desde luego se pueden comentar bastantes cosas de esto, desde que es algo recurrente como nos recuerda la, por muchos denostada, ONG Greenpeace, hasta que la preocupación mediática probablemente sea desmesurada y seguramente basada en conceptos a todas luces equivocados.
Pero claro, estos conceptos son casi imposibles de hacérselos comprender a los periodistas, colectivo éste con muy poca formación general y nula, o casi, formación ambiental, salvo los de la APIA, que en general escriben en revistas especializadas y no en los medios que habitualmente consultamos, por lo que no cuentan.
Cuando visité Asturias recientemente, traté de explicar a mis acompañantes (a los que considero más cultos e inteligentes que la media nacional y desde luego mucho más que los periodistas) que lo que básicamente se quemaba no eran bosques sino cultivos. A partir de ahí cada vez que veían un conjunto de árboles me preguntaban, no sin cierta sorna, si eso era bosque o cultivo y me percaté que si para ellos era difícil… para los periodistas… ¡imposible!
Pero, ¡oh! sorpresa, el otro día leí un suplemento publicado por "El Mundo" que se llama Natura (y que no está publicado en la red) y el titular de portada era:
¡Alto el fuego!
y con titulares más pequeños:

Los expertos dicen que no arden bosques verdaderos sino cultivos forestales…

El titular me alegró por dos motivos, el primero, de índole vanidoso, porque parece que me lo hubieran robado de mis conversaciones con mis amigos y quizá ellos lo leyeran y acabaran por entenderlo. Y el segundo, de índole... de otro índole, porque parece que alguien mejor preparado que la media en estas lides ha conseguido un puesto en "El Mundo".
Y esto me lleva a un segundo capítulo de "no me gusta" en el ámbito exclusivo de mi profesión, que no profesión exclusiva.
No me gusta que los ingenieros (principalmente de montes y agrónomos, pero también de caminos, ¡qué paradoja!) puedan firmar estudios de impacto ambiental, y menos si son sobre sus impactantes proyectos.
No me gusta que la profesión de biólogo de campo sea la afición de muchos (escribe "voluntariado ambiental" en google y tendrás más de tres millones de entradas ¡sólo en español!) dispuestos a hacer el trabajo de los profesionales gratis.
¿Acaso dejaríamos que un aficionado al derecho que se ha tragado todas las series de abogados creadas y por crear, nos defendiese? ¿Viviríamos en un edificio diseñado por un arquitecto voluntario en sus ratos libres y construido por un albañil voluntario? o lo que es más obvio, ¿nos someteríamos a una operación quirúrgica dirigida por alguien sin más titulación que ser adicto a "Hospital Central" y "Urgencias"? Pues ¿porqué permitimos que trabajos de gran precisión y responsabilidad como anillar pollos de flamencos en la laguna de Fuente de Piedra (por poner uno entre mil millones de ejemplos) sean llevados a cabo por voluntarios?
La respuesta es muy simple, en el fondo el medio ambiente no le importa a (casi) nadie.
No me gusta que en el fondo el medio ambiente no le importe a (casi) nadie.
No me gusta que en el mundo empresarial se meta en el mismo saco (léase departamento) el medio ambiente, con la calidad y los riesgos laborales. Esto demuestra que tanto las ISO de calidad como los riesgos que puedan correr los trabajadores, en el fondo, importan lo mismo que el medio ambiente, (casi) nada.
No me gusta que en algunas comunidades autónomas para ser director de un Parque Natural has de ser ingeniero de montes, exclusivamente. ¿Pero qué saben ellos de la naturaleza? Lo único que saben es plantar pinos (que al fin y al cabo todos lo sabemos hacer).
No me gusta la utilización electoralista que hacen los políticos del medio ambiente, pero menos me gusta el hecho de que en realidad podrían no hacerlo y la gente ni se enteraría, porque como ya he dicho, el medio ambiente, en el fondo, no le importa a (casi) nadie.
Para terminar en positivo, me gusta demasiado la naturaleza como para permitir que esto siga ocurriendo, y será bien recibido cualquier "no me gusta" relacionado con esto para estar, al menos, mejor informados.

05 septiembre 2006

Fotos de Vacaciones Varias

Parece que la gente es muy cómoda y prefiere ver las fotos según lee el texto, por dos motivos, porque así no tiene que estar pinchando diferentes enlaces y porque así espera que haya menos fotos que ver... ¡muy listos!
Aquí van unas cuantas fotos comentadas de los distintos viajecitos que he hecho estos meses.
Desde el que próximamente será declarado como Parque Nacional de Monfragüe, ya se pide su desarrollo, sostenible ¡eso sí! aunque nadie sepa qué significa eso.

Y del Parque a Trujillo, tierra de conquistadores, o asesinos según quien y cómo, pero que también fue tierra conquistada. La vida te da sorpresas y la historia da muchas vueltas. Una vista de la Alcazaba de Trujillo

Otro de los viajes que hice fue a París a ver a Mónica y lo que me encontré fue esto que llaman la Torre Eiffel

Pero como ya he comentado lo que más me gustó de todo, fue el pateo por Pirineos, tanto por sus pueblos cuando llovía, como Ainsa y Escuaín, como viendo quebrantahuesos en el muladar de Escuaín y sobre todo en la cumbre de La Munia, pico de 3134 metros sobre el nivel del mar, en cuya cima aparecemos Álvaro, Jesús y yo.

Y para finalizar mis vueltas por tierras cercanas, una visita a Asturias, que desde luego nos dejó un buen sabor de boca, tanto en Cudillero como en Luarca.
Para los adictos, pinchad y veréis más fotos en mi album electrónico

04 septiembre 2006

No me gusta

Pues eso, que hasta que no haya un día homenaje de cada cosa penosa que sucede en esta mierda de mundo, no quiero celebrar ningún día homenaje a nada. Y cuando lo haya tampoco, porque no habrá nada que celebrar.
Llevo un fin de semana bastante duro, y de las últimas cinco noches , en tres he dormido menos de tres horas, así que hoy me he levantado... un poco como véis.
Me gusta lo que Jose ha puesto en su bitácora de cosas que no le gustan, probablemente estas cosas te acercan más a las personas con las que compartes "no gustos", de lo que te acercan las cosas que te gustan con las personas que compartes "gustos".
Así que hago mi propia lista con miedo a que, como siempre, se me vaya la olla.
Y empiezo:
No me gusta la sociedad occidental donde la prioridad de tu vida es tener un coche potente (quizá para paliar impotencias) e hipotecarte de por vida.
No me gusta la construcción, que gobierna nuestro país.
No me gustan los campos del golf ni las pistas de esquí que destruyen las mejores zonas de montaña y playa.
No me gusta, como a Jose, la abstinencia sexual, que ultimamente practico bastante, ni las religiones, que todo lo envenenan (¿se estará convirtiendo el PP en una religión?), ni, por supuesto, la disciplina militar ni todo lo militar.
No me gusta que me tilden de demagogo para cerrar un tema incómodo y justificar nuestra sociedad. La demagogia existe, y es la forma con la que los que nos expresamos mal, denunciamos lo que está mal en el mundo. Pero expresarse mal no es un problema mundial, si acaso educacional.
No me gusta (y aquí va un poquito de "vuestra demagogia") que una vaca europea valga más que un africano.
No me gusta que se confunda industria con arte, cine con estrenos "hollywoodenses" ni música con "los cuarenta principales". Si quieres vender una cosa véndela, pero no me digas que, por ejemplo, Alex Ubago es música o que "Misión Imposible" es cine.
No me gusta el esnobismo de los cinéfilos que no soportan las palomitas en el cine y luego no saben ni qué es el "toque Lubitsch".
No me gustan los medios que ensalzan a impresentables como Sabina y obvian la obra de los grandes (Dylan, Reed, Morrison, Gay, Bowie, Young...), o citan la patética "I just called to say I love you" como ejemplo de cima creativa de Wonder y no han escuchado jamás "Superstition".
No me gusta que se diga que "sobre gustos no hay nada escrito" cuando constantemente se escribe lo que te debe gustar, lo que debes leer, lo que debes escuchar, lo que debes ver y lo que debes pensar.
No me gusta ser tan negativo y estar tan en contra del sistema porque estoy seguro que se vive más tranquilo cuando te gusta lo que te tiene que gustar, cuando lees lo que tienes que leer, cuando escuchas lo que tienes que escuchar, cuando ves lo que tienes que ver y cuando piensas lo que tienes que pensar.
Si quieres saber lo que me gusta lee mi perfil, pero seguro que si has llegado hasta aquí, coincides más con mis "no gustos".